El Deportivo está obligado a abandonar su zona de confort del estadio de Riazor para afrontar nuevos retos esta temporada, como el de asentarse en la segunda posición del campeonato y seguir presionando a un líder como el Alcorcón —que ayer venció por la mínima—, del que puede volver a situarse con solo dos puntos de desventaja.

La escuadra que dirige Óscar Cano, impulsada por la inercia ganadora del pasado compromiso en casa ante el Mérida, encara dos desplazamientos de modo consecutivo, por lo que sus sensaciones y números como visitante deben mejorar para no perder comba en la clasificación.
 

Hasta la fecha, el equipo coruñés ha certificado cuatro triunfos, tres empates y otras tantas derrotas fuera de casa, por lo que es perentorio sumar de tres en tres frente a un modesto de Primera Federación como el San Sebastián de los Reyes, cuyo objetivo pasa por exclusivamente por la permanencia en la categoría.

Para contrarrestar el juego directo que practica la formación sansera, el técnico blanquiazul ha movido toda la semana un patrón de juego clásico 4-4-2, con dos delanteros en punta de lanza como Lucas Pérez y Max Svensson.
 

El estratega granadino Óscar Cano hizo hincapié en que su equipo no debe complicarse la vida y prohibió literalmente a sus pupilos los pases en la defensa, en virtud de diagonales trazadas hasta unos extremos que intentarán desbordar a pie cambiado.
 

Siempre con Ian Mackay bajo palos, el eje defensivo estará compuesto por Jaime o Lapeña y Pablo Martínez, flanqueados por Antoñito en la derecha y Lebedenko en el carril izquierdo.
 

El puesto en la sala de máquinas le corresponderá a dos batalladores incansables como Roberto Olabe y Diego Villares, mientras que arriba los ya citados Lucas y Svensson aportarán la dinamita.

El club coruñés solo cuenta con dos bajas para este envite, Raúl Carnero por lesión y Rubén Díez por acumulación de amarillas.
 

Precisamente la baja del medio aragonés será una dura prueba para la conexión entre el centro del campo y la delantera herculina.
 

Hombres livianos como Soriano o Yeremay deberán aguardar su turno desde la suplencia, mientras que el recién llegado Arturo, una ‘torre’ de casi 1,90 metros de estatura, podría debutar precisamente ante su ex, el San Sebastián de los Reyes.
 

El cuadro local se presenta a esta reválida con la tranquilidad de haber enmendado un rumbo caótico —concatenó hasta seis derrotas seguidas— con un empate y dos victorias.
 

Miguel Ángel Martínez, ‘Lobo’. podrá contar con la práctica totalidad de sus futbolistas, salvo el sancionado Borja Sánchez; el pivote exdeportivista Rafa de Vicente partirá sobre el papel desde el banco, toda vez que se recupera de una dolencia muscular de la que regresó el pasado fin de semana.
 

Para que el trance de actuar lejos del calor de Riazor sea menos traumático, más de un millar de adeptos herculinos aportarán su fuerza desde las gradas en un estadio con capacidad para 3.000 espectadores. Así pues, todo está servido para que el Depor rinda como local en Matapiñonera.