La Festa da Pataca do Coristanco vuelve a sus orígenes en su edición número 42 para mostrar como eran las labores tradicionales del campo. Aunque el día grande es hoy, ayer fue una jornada llena de vida, con concursos, exposiciones, obradoiros, juegos y degustaciones, donde la patata fue la protagonista indiscutible.
La muestra de maquinaria agrícola despertó un gran interés entre vecinos y foráneos, con verdaderas joyas para los amantes de las antigüedades. En la exposición fotográfica “O fío que tece un pobo” también se puede ver la historia del tubérculo, que supone el principal medio de vida del municipio. Completan el apartado de exhibiciones la muestra de Gaseosas de Galicia, con reliquias de las bebidas espumosas, y las pinturas de artistas locales.
Empanadas de patata, pizzas de patata, croquetas de patata e incluso helado de patata. En esta primera jornada de la fiesta volvió a quedar claro que no hay nada que se resista a la pataca de Coristanco, con originales y variadas preparaciones. Los alumnos del CIFP Paseo das Pontes ofrecieron pinchos variados, que continuarán en el día de hoy.
La principal actividad de la jornada tenía lugar por la tarde con el Concurso de trullo e apaña da pataca en la propia finca, en la que participaron niños del campamento kennebec. En las inmediaciones del recinto ferial se habilitó una finca donde se llevaron a cabo las labores de recogida del tubérculo, de excelente calidad. Con la ayuda de una rudimentaria máquina recolectora -que todavía se utiliza en muchos lugares- se recolectaron las patatas con cubos y capazos para ir llenando los sacos. En las tareas también participó el alcalde, Juan Carlos García Pose. Una operación similar se llevó a cabo para mostrar la siembra.