Las aulas del CEIP Vila de Cee quedaron este viernes vacías en señal de protesta por los recortes de la Consellería de Educación. Las familias no enviaron a los 300 niños a clase, al igual que hicieron en la escuela de Brens, que se sumó a las protestas.
El profesorado vestido de negro como señal de la pérdida de la calidad educativa, también se concentró a las puertas del centro para demandar más profesionales de apoyo, en especial la plaza de docente de Pedagogía Terapéutica (PT) que perdieron este año, para atender al alumnado con necesidades educativas. La huelga contó con la totalidad de la comunidad educativa para poner fin a situación injusta y perjudicial para el alumnado, tal como indican desde la ANPA.
Las familias insisten en que se trata de recortes injustificables, puesto que “unha cuarta parte do alumnado necesita ese apoio”. Sen el non so perden os nenos e nenas con necesidades especiais, senón toda a dinámica escolar”, añaden, además de lamentar que no haya personal de refuerzo para los últimos cursos de Primaria para garantizar así “que o alumnado poida superar con éxito a etapa educativa”.
Aparte de la jornada de huelga en el centro, por la tarde una “cacerolada” de protesta en la localidad, en la que participaron numerosas personas y también contaron con el apoyo de la Federación de Anpas y de otras entidades de la zona. El Concello de Cee, establecimientos comerciales y otras asociaciones también se solidarizaron con esta causa.
La concentración sirvió como protesta de las asociaciones de padres y madres de la comarca, con la participación de numerosos representantes y de la federación. Niños y adultos portaron diferentes cacerolas y otros instrumentos con los que hacerse notar, además de pancartas en las que mostraban su rechazo a los recortes de la Xunta.
Las familias anuncian que no se rendirán hasta que la Xunta atienda a sus peticiones y admiten que no tienen más salida que las movilizaciones. “Non estamos a pedir máis do que xa tiñamos. Queremos que se restitúan os recursos que o noso colexio necesita para funcionar de forma axeitada”, subrayan los representantes de los padres e indican que “as necesidades non desapareceron, simplemente están a recortarse sen xustificación”.