Los usuarios de Aspaber y sus familiares se concentraron la mañana de este jueves en la Praza do Concello de Carballo para protestar por el cierre del centro de educación especial. 

Más de medio centenar de personas participaron en la protesta, a las que se sumaron el alcalde, Evencio Ferrero, varios concejales del gobierno local y de la corporación municipal. 

En las pancartas los afectados piden una solución inmediata para la situación de la veintena de usuarios que se quedarán sin centro educativo, como la puesta en marcha de un centro de educación especial público para la Costa da Morte. También demandan la dimisión de la gerencia de Aspaber por “botarnos á rúa” e insisten en su petición: "Non queremos irnos".

Un centro público

La representante de las familias en el Consello Escolar, Carmen Blanch, fue la encargada de pronunciar un emotivo discurso, visiblemente afectada por el anuncio del cierre. “Tiñamos un centro moi familiar, e que perdamos isto, para as familias é un golpe moi duro”, manifestó, algo que calificó de “moi triste”, al tiempo que censuraba la decisión de la directiva de la entidad. “Fomos utilizados como mero mecanismo para presionar á Consellería para conseguir un convenio mellor, e ao final deixáronnos abandonados como cans, sen contarnos nada, sen escoitarnos… cunha frialdade tremenda”, añadió Carmen Blanch. 

El enfado generalizado de las familias era patente en las pancartas que se exhibieron en las protestas. “En Aspaber somos felices, somos familia, somos respetados e agora bótannos á rúa”, “Para unha boa xestión, a xerente dimisión”, “Aspaber é o noso centro educativo, a nosa referencia. Non pedimos irnos” o “Solucións xa, non queremos irnos”, fueron algunos de los mensajes que portaban los participantes, al tiempo que coreaban “no queremos irnos”. 

Si al final se cumple el anuncio de cierre, tal como apuntan todas las previsiones, la única solución viable que ven las familias es la creación de un centro de educación especial público en la comarca.