La música es el lenguaje universal que no entiende de raza, de religión, de discapacidad... Y así se demostró este sábado en el Festival de Nadal que anualmente realiza la asociación Aspaber. El auditorio del Pazo da Cultura se quedó pequeño para acoger al numeroso público, familiares principalmente de los usuarios que disfrutaron de una completa gala musical.

Cerca de setenta personas se subieron al escenario para demostrar lo aprendido en los dos últimos meses bajo la batuta de Manuel, que se encargó de introducirlos en el apasionante mundo de la música, con mucho ritmo y entusiasmo por parte del alumnado. Aunque la percusión fue la modalidad más trabajada, ayer también hubo espacio para otros instrumentos tradicionales como la pandereta o la gaita. 

Mientras, el conductor de la gala iba contando lo que representa la música para cada uno de nosotros. Una melodía que anima en momentos bajos, en el trabajo, las nanas paras dormir a los bebés, los bailes tan en boga de la red social Tik Tok...Y cualquier instrumento sirve para hacer música, tal como demostraron los jóvenes.

Proyecto musical

“La música es rehabilitación y nos sirve como terapia”, resumía la gerente de Aspaber, Dolores Fernández, tras el exitoso festival. Y la buena aceptación que tiene la música entre los usuarios de la entidad ha impulsado un proyecto que verá la luz a principios del próximo año. Se trata de una especie de escuela de música de los usuarios de Aspaber, donde podrán seguir demostrando sus capacidades, tal como anunció Dolores Fernández.