“Á vista de que non hai achegamentos por parte da empresa ás reivindicaciones do persoal, a día de hoxe imos encamiñados a unha folga indefinida”. Así se pronunciaba ayer el secretario local de la CIG, Martín Caamaño, respecto al conflicto laboral con la UTE responsable de la recogida de basura de Carballo que desde hace más de dos meses está afectando a la prestación del servicio en la localidad. 

Si bien a principios de mes se abría una ventana de esperanza para encontrar una solución que impidiera incluso la tercera convocatoria de paro que empezó hace diez días y que acaba hoy, esta ventana parece cerrada de nuevo en vista de que ha sido imposible llegar a un acuerdo. Tras las nuevas negociaciones, no hay ningún punto de encuentro entre las partes. Según Caamaño, “non houbo ningún avance durante o que levamos de folga”, ya que la empresa no ha hecho ninguna otra oferta que pueda ser aceptada por la parte social. 

Así las cosas, en este último día del huelga y con Carballo lleno de toneladas de basura, el conflicto parece seguir enquistado y sin ninguna solución cercana que impida que a partir del 8 de septiembre se convoque una nueva huelga, esta vez con carácter indefinido.

Sanción a la empresa

Mientras tanto, el Concello continúa tramitando el expediente sancionador contra UTE Carballo. Según explicó el alcalde, Evencio Ferrero, ya se comunicó a la concesionaria y a su aval el acuerdo plenario y a partir de ahora tendrán un plazo para presentar las alegaciones que consideren oportunas y que serán estudiadas por los servicios técnicos municipales para decidir si se admiten o rechazan. 

A partir de este dictamen, el gobierno municipal hará una propuesta de sanción por cumplimiento deficiente del contrato–que podría ascender a los 300.000 euros– que deberá ser aprobada de nuevo por el pleno de la corporación. 

Mientras se cumplen estos trámites administrativos, la Policía Local sigue haciendo seguimiento del cumplimiento de los servicios mínimos. Servicios que, en vista de la masiva acumulación de basura en los barrios de San Martiño, Baños Vellos, Rego da Balsa, A Milagrosa y O Chorís, siguen sin cumplirse ante la indignación de los vecinos. 

Respecto al estado actual del conflicto, el regidor  carballés explica que tanto la dirección de la empresa como los trabajadores han comunicado al Concello los contactos que han mantenido a lo largo de este mes. 
Aunque las posiciones entre las partes están muy distanciadas, el regidor espera que “entre esta fase e a próxima do mes de setembro haxa novas negociacións que permitan chegar a un acordo”. Más allá del procedimiento sancionador contra la concesionaria, de hacer seguimiento de los servicios mínimos  y de seguir de cerca las negociaciones, el Concello poco más puede hacer. 

Consultado sobre la posibilidad de rescindir el contrato con la empresa, al que aún le quedan otros cuatro años de vigencia, Ferrero apunto que ahora mismo no se dan las circunstancias que permitan la ruptura de la relación contractual. “Por agora é simplemente un dereito laboral como o é a folga que están a exercer os traballadores”, indica el alcalde, por lo que usar esta circunstancia para rescindir el contrato sería “fácilmente recurrible”.