La tragedia ocurrida en Valencia hace ya dos semanas ha puesto el foco en las medidas de prevención que se llevan a cabo en las zonas con riesgos de inundaciones. Carballo es precisamente uno de los municipios gallegos donde este riesgo es grave y que destaca en la actualidad como modelo por las actuaciones que se han llevado a cabo para aminorarlo.  

En su historia más reciente el municipio carballés ha sufrido cuatro grandes inundaciones. La peor, según recuerda el alcalde, Evencio Ferrero, fue la de 1988, y la más reciente tuvo lugar hace solo ocho años resultando afectadas más de dos mil viviendas y propiedades, incluido el Pazo da Cultura. 

Fue precisamente a partir de esta última inundación que Augas de Galicia empezó a desarrollar un plan de riesgo de inundación para el municipio que ha derivado en dos años de obras en el casco urbano para aumentar la capacidad del río Anllóns.   Estas actuaciones han incluido el derribo de dos edificios y la remodelación de los puentes de A Milagrosa –ya finalizado– y de A Casilla, que está siendo desmantelado. 
 

En el caso de A Milagrosa, la desaparición del edificio que invadía el río y la ejecución de un nuevo puente con un solo vano de unos 20 metros de longitud,  aumentó la capacidad del río Anllóns a su paso por esta zona en casi cien metros. En A Casilla, una vez que finalicen los trabajos que están en marcha, el lecho fluvial aumentará la sección disponible en una longitud de 121 metros en el margen derecho y 158 metros en el izquierdo, y se elevará la cota de rebosamiento mediante un muro-bancada.

A estas dos obras, que son las de mayor envergadura, se suman otras más pequeñas pero que también contribuyen a reducir el riesgo de inundación en el casco urbano. Así, el “bypass” construido en la zona de Muíño do Quinto permite mejorar la capacidad hidráulica del río, abriendo un canal alternativo para derivar el caudal en períodos de crecida, mientras que la remodelación del parque de San Martiño, donde se construyeron muros, permite proteger a la calle de las crecidas del río. 
Con estas actuaciones, “ahora estamos más preparados. El objetivo final es minorar los efectos de este riesgo. Nosotros priorizamos estas actuaciones, para que la gente que tiene su vivienda en zonas próximas al agua diga, como me dijo una vecina, ahora puedo dormir tranquila”, asegura el regidor local. 

Desde Augas de Galicia califican la colaboración con el Concello para hacer posibles estas obras como modélica, alabando a la administración local porque “han hecho sus deberes”. De hecho, el carballés es uno de los pocos concellos gallegos en los que se han tomado medidas serias para evitar las inundaciones, según afirma el presidente de Augas de Galicia, Roi Fernández. 

Prueba de ellos son los números. Fernández habla de unos 100 millones de euros en “medidas previstas” para el período de 2021 a 2027 mientras que solo hay nueve millones suscritos en los tres convenios con Carballo, Padrón y Viveiro. Del resto, no hay “casi nada” hecho, asegura.