El Concello de Carballo ha iniciado la exposición pública por diez días del borrador de su nueva ordenanza de gestión de residuos, un texto que introduce cambios significativos respecto a la normativa vigente y que tiene como principal novedad la futura implantación de un sistema de pago por generación. Esta medida supone que los ciudadanos abonarán su tasa de recogida de basuras en función de la cantidad de residuos que generen, en lugar del actual sistema de tarifa fija.

Esta iniciativa sigue la tendencia de otras ciudades europeas y responde a las exigencias de la ley de Residuos y Suelos Contaminados, así como a los objetivos de la Estrategia Española de Economía Circular, que buscan incentivar la reducción de residuos y la correcta separación en origen. La nueva ordenanza señala que “a aplicación de sistemas de pago por xeración implica a imposición de taxas aos produtores de residuos de competencia local, cun importe que variará en función da cantidade real de residuos xerados. Estes sistemas proporcionan incentivos para a correcta separación en orixe dos residuos reciclables e para a redución dos residuos mesturados”. 

La implantación de este sistema será progresiva y requerirá de ajustes técnicos y administrativos antes de su entrada en vigor. En concreto, la aplicación efectiva de esta medida debe ir acompañada por la implantación de un sistema de contabilización de residuos por usuario, lo que supone una elevada “complexidade tecnolóxica e administrativa”. Para hacerlo posible, el Concello se compromete a explorar de forma continúa las diferentes tecnologías disponibles como contenedores inteligentes con identificación de usuarios. 

Para avanzar en la puesta en marcha de este sistema el Ayuntamiento desarrollar experiencias pilotos. “Esta forma de actuar permitirá aproximar os resultados que se conseguirán, antes da implantación xeralizada do sistema no municipio”, señala el borrador de la normativa.

Importante modificación

La nueva ordenanza supone una modificación importante en la regulación municipal de residuos, separando esta materia de la normativa general de limpieza e higiene que está en vigor actualmente. Según el documento, el objetivo es adaptar la normativa municipal a la nueva legislación estatal y europea, garantizando una gestión más eficiente, sostenible y transparente de los residuos urbanos.

Entre los cambios más relevantes, el borrador detalla una nueva clasificación y segregación de residuos, regulando en profundidad la recogida selectiva, incluidos los biorresiduos (quinta fracción). Otro de los aspectos que introduce la nueva ordenanza es la regulación específica de los puntos limpios municipales y la recogida de residuos bajo demanda. La normativa vigente menciona el punto limpio de Bértoa, pero el nuevo texto profundiza en su funcionamiento y modalidades de acceso. Además, se regula el funcionamiento de los tres mini puntos limpios ya existentes en el municipio, en los que se admite el depósito de pilas, teléfonos móviles y baterías, cartuchos de impresoras, lámparas de bajo consumo y pequeños residuos de aparatos eléctricos y electrónicos.  

Por otro lado, el Concello también regula en la ordenanza la recogida puerta a puerta en ciertos sectores de la población, con el objetivo de mejorar la eficiencia del servicio y reducir los vertidos incontrolados.

Productores comerciales

La nueva normativa también refuerza las obligaciones para los productores de residuos comerciales, que incluyen establecimientos de hostelería, supermercados y otros negocios. 

Según el borrador, aquellos que decidan no acogerse al sistema de recogida municipal deberán presentar una declaración anual obligatoria sobre la gestión de sus residuos. A través de esta declaración que será revisada por los técnicos municipales se determinará el importe de la tasa de basura que corresponde a cada productor. 

 
En cuanto a las infracciones y sanciones, el nuevo texto amplía el catálogo de conductas sancionables y endurece las multas en ciertos casos. 

La propuesta de ordenanza detalla una gradación de sanciones en función de la gravedad de la falta y se refuerza también el papel de la Policía Local en la vigilancia y seguimiento de las conductas infractoras.