Camariñas celebró este domingo el acto “Marea Branca 2002-2022”, organizado por el Concello en el mismo día en que se cumplen veinte años del hundimiento del Prestige, en tributo a los voluntarios que limpiaron el litoral y que se alojaron en el municipio. Fue un concurrido homenaje que comenzaba a mediodía en la Casa de Pedra con la presencia de la ministra de Política Territorial y portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez; el delegado del Gobierno, José Miñones; y el presidente de la Diputación, Valentín González Formoso, además de representantes locales, del tejido asociativo y de las entidades y colectivos que en 2002 participaron de forma activa en la limpieza del litoral. 

Fue un homenaje lleno de emoción. La alcaldesa, Sandra Ínsua, recordó a muchos de los vecinos que colaboraron en la limpieza de la costa. “Fuimos capaces de superarnos y demostrar al mundo que este lugar, mal comunicado y distante, también era hermoso y merecía la pena ser salvado”, recordó Insua.

“Veinte años después somos más viejos, pero también más sabios, y tenemos más memoria”, apuntó la regidora, quien deslizó que algunas cosas “se ganaron”, en referencia al Plan Galicia, pero también ha lamentado “el tiempo y el sinfín de oportunidades” perdidas.

Ínsua indicó que “los auténticos héroes de aquellos días, sin asomo de discusión”, fueron “las docenas de miles de voluntarios” que se desplazaron hasta la Costa da Morte “para salvar estes lugar, limpiar sus playas y dar testimonio de cuanto estaba mal en todo esto” .

En un acto que comenzaba a mediodía en la Casa de Pedra, la regidora recordó a “los voluntarios que vinieron, limpiaron y formaron parte de nosotros, de una extraña comunidad de perdedores, llamados esta vez a ganar” .

La programación de la jornada comenzó con una mesa redonda en la que se contaron experiencias y relatos de personas que vivieron en primera persona el hundimiento del Prestige:  Jacqueline Lista, que ahora es mariscadora pero entonces regentaba el bar Piña, desde donde presenció los primeros momentos de confusión; y las percebeiras Digna Romar y Carmen Pérez, que coordinaron a los voluntarios en la costa de Camelle.

Tras la intervención de las autoridades se realizó un homenaje al fallecido Antonio Jesús Alonso Ballester, teniente de alcalde  durante la catástrofe y encargado de coordinar el dispositivo de emergencia. La alcaldesa lo calificó como “un hombre de profundas convicciones, entre ellas la de que delante de una necesidad extrema hay que estar y él estuvo". La familia de Alonso acudió a recoger el reconocimiento a su labor.

A continuación se descubrieron dos placas conmemorativas en la Casa de Pedra, edificio que fue el hogar de las personas voluntarias durante aquellos días. Con estas placas se reconoce su labor y se detalla su procedencia. Finalmente, se realizó una visita al mural instalado en la Lonxa Vella, consistente en una lona gigante en la fachada en la que, a través de una fotografía de José Manuel Casal,  ilustra uno de los momentos de la limpieza de la costa.