Cerca de 12.200 alumnos de la Costa da Morte volvieron ayer a las aulas con relativa normalidad y sin incidencias destacadas en este primer día. El CEIP Areouta de Sardiñeiro, en Fisterra, fue el único que no comenzó las clases en señal de protesta por los recortes en el centro, al quedar vacante una plaza del especialista de Pedagogía Terapéutica (PT). Al no cubrirse esta plaza no se pueden hacer desdobles y los 16 alumnos desde primero a sexto de Educación Primaria permanecen en la misma aula en todas las materias.
Los padres reclaman a Educación que cumpla el acuerdo firmado con los sindicatos sobre las ratios, ya que cuando está junto el alumnado de toda la etapa se reduce a 10. Reivindican una educación de calidad para tener las mismas oportunidades en el rural. La alcaldesa de Fisterra, Áurea Domínguez, también se desplazó al centro y se sumó a las protestas de los padres.
En líneas generales, en la mayoría de los centros de la comarca padres y docentes se quejan de la reducción de profesorado de apoyo y especialistas en PT y Audición y Lenguaje (AL) para ayudar al alumnado con necesidades educativas. En la concentración realizada en Cee el pasado martes ya se alertó de esta situación en toda la Costa da Morte.
En el CPI Cabo da Area de Laxe sigue sin cubrirse la plaza de AL que había el pasado año, tal como reivindicaron las familias en la manifestación. En el CEIP Vila de Cee, donde también se quejaron familias por los recortes, demandan un segundo especialista de PT que tampoco fue concedido, lo que implica menos horas de apoyo y refuerzo para el alumnado. También hay aulas masificadas de entre 20 y 25 alumnos para las que se necesitan apoyos.
La mayoría de los centros coincide en esta misma versión. Además, el hecho de que se redujesen las horas lectivas del profesorado de Infantil y de Primaria de 25 a 23 horas semanales no se ha acompañado de un mayor número de docentes, lo que repercute directamente en el alumnado.
En los centros reconocen que esa medida merma las horas de apoyo que pueden destinar a los alumnos con mayores dificultades. Además, admiten que en la mayoría de los casos es imposible de cumplir el acuerdo sobre la reducción de las ratios.