Rueda destaca la apuesta “pionera” de la nueva planta de reciclaje de textiles

Rueda destaca la apuesta “pionera” de la nueva planta de reciclaje de textiles
Rueda (segundo izquierda), en el Complejo Medioambiental de Cerceda | CEDIDA

El presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, estuvo este miércoles en el Complejo Medioambiental de Sogama, en Cerceda, para presentar el proyecto de la nueva planta de reciclaje de textiles, que actualmente está en licitación, a la que calificó como una apuesta “pionera” de Galicia en el reciclaje de residuos. 


Para Rueda, se trata de una “nueva aventura” que “tiene que salir bien por la cuenta que nos trae”, apostilló, tras destacar que “muchas comunidades” están solicitando información sobre este proyecto. “Otras cosas que parecían muy complicadas en materia medioambiental hoy son una realidad, por lo tanto esto tiene que serlo también”, apuntó sobre la nueva planta.


El presidente gallego, que estuvo acompañado por la conselleira de Medio Ambiente, Ángeles Vázquez, aprovechó para poner en valor lo que supuso la instalación de Sogama en su momento, con la centralización del tratamiento de residuos, ya que considera que fue “una decisión muy valiente” y años después se ha “demostrado lo acertado” de la misma porque “cumplió con todo aquello que se decía”.


El mandatario gallego puso a la sociedad medioambiental como “ejemplo” de “algo que tiene que ser sostenible ambientalmente y cumplir estrictamente toda la normativa para hacerlo de la mejor manera posible” y, por lo tanto debe hacerse “con mucho cuidado extremando todas las medidas y todas las disposiciones”.


También agradeció al Concello  de Cerceda por haber estimado que “lo que es bueno para Galicia también es bueno para su municipio” y afirmó que la Xunta seguirá avanzando en “esta Galicia verde, libre de muchas cosas que hace 25 años parecíamos resignados a tener y que ahora parece impensable que existiesen en nuestra geografía”.


El presidente gallego advirtió que la gestión de residuos es algo que hay que hacer “en unión” entre la Xunta y los ayuntamientos ya que desde el 1 de enero es obligatorio el reciclaje también de los materiales textiles y “es muy difícil” que cada municipio lo pueda hacer por sí mismo, “incluso los de mayor tamaño”, puntualizó.
 

En este sentido, la Xunta informó de que va a poner en marcha una oficina específica para el asesoramiento técnico especializado en materia de residuos municipales para orientar y acompañar a los ayuntamientos gallegos en la transición hacia la economía circular, con el objetivo de promover la cooperación entre administración y simplificar trámites y procesos. La normativa estatal establece que, desde el pasado 1 de enero, todos los ayuntamientos tienen que hacer una recogida selectiva de los residuos textiles para su posterior tratamiento. Además, queda prohibido exportar este tipo de desechos y los fabricantes de ropa están obligados a incluir un porcentaje de fibras textiles recicladas en las nuevas prendas.


Por su parte, la directora general de Sogama, Mirta Sueiro, destacó que el proyecto es “una clara y ambiciosa apuesta por el futuro de Galicia”, dado que actualmente “se está enviando el vertedero cerca del 90% del residuo textil”.


La nueva planta, que supondrá entre 17 y 30 empleos directos, responde a la obligatoriedad de la recogida separada de los residuos textiles para las administraciones públicas, y también dará respuesta a las necesidades de las empresas, porque los productores necesitan la fibra textil reciclada para incorporarla a sus productos, explico Sueiro.


El proyecto supone una inversión total de 25 millones de euros y 19,5 millones corresponden a la construcción de nuevo edificio para la planta, que cuenta con 10,2 millones de euros del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR), por lo que tiene que estar terminado antes del segundo trimestre de 2026 si no se quieren perder estos fondos europeos.


Aparte del edificio también se licitará la gestión integral por dos años, con dos prórrogas de un año cada una. En cuanto al funcionamiento, el proceso se inicia con la entrada del residuo, procedente tanto de asociaciones de economía social como de contenedores en la calle, del que se hará una preclasificación para retirar lo que no es textil o las prendas aptas para segunda mano.


Seguirá la fase de clasificación automática, donde se separará por composición o color, antes de retirar los materiales impropios, como botones o cremalleras, y posteriormente los textiles pasarán la zona de prensado y expedición.


En una primera fase, la planta tendrá capacidad para tratar unas 3.000 toneladas al año de residuos textiles, que será ampliable hasta un máximo de 24.000 al año en caso de ser necesario. 

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