8º-10º
lunes | 10 marzo | 2025
Después del nuevo éxito cosechado el sábado por la Mikaela, este domingo en el municipio de Malpica les tocó a la Asociación Cultural Raigañas y a las Redeiras Mar da Illa recoger el testigo para prolongar la despedida del Entroido.
Como cada Domingo de piñata la entidad cultural volvió a poner en escena una tradición con más de un siglo de antigüedad.
Madamitos e Ghuardineros ataviados con sus peculiares vestimentas llenas de colorido, volvieron a recorrer los distintos núcleos de la parroquia de Cerqueda cantando y bailando al son de las panderetas y animando a los vecinos a participar en la fiesta de despedida del Entroido.
De forma paralela, en la capital del municipio tuvo lugar el Enterro do Faustino, la cara más irreverente del Carnaval malpicano.
El cortejo fúnebre, en el que destacaban los descarnados lamentos de las “viuvas choronas”, salió del Centro Cívico para recorrer las distintas calles del pueblo al son de la música de la Charanga Santa Compaña.
La comitiva encabezada por el difunto con su miembro viril erecto, acabó finalmente en el puerto en donde se procedió a su incineración.
Mientras, este domingo la calma volvía a la localidad alfarera de Buño después de la multitudinaria concentración de juventud que se vivió el sábado en el Enterro da Mikaela.
En el día después, el alcalde de Malpica, Eduardo Parga, destacaba que la celebración volvió a transcurrir en un ambiente de fiesta total sin que hubiese que lamentar incidentes reseñables.
El primer edil incidía asimismo en que se ha mejorado algo en cuestión de civismo, si bien volvieron a quedar cantidades ingentes de basura esparcida por el pueblo, a pesar de que desde la organización este año se designó a cinco personas para que se encargaran exclusivamente de recoger los desperdicios y recordar a los asistentes la necesidad de utilizar papeleras y contenedores distribuidos al efecto.
Personal municipal empezó en pleno domingo las labores de recogida, pero el regidor cree que completar los trabajos llevará alrededor de tres días más.
Parga Veiga apuntó asimismo que las inclemencias meteorológicas restaron algo de asistencia en relación a otros años, pese a lo cual el evento volvió a ser multitudinario.
Prueba de ello es que la organización tuvo que montar una segunda carpa en el lugar de las actuaciones musicales.
La más esperada, la de Kiko Rivera, demoró su comienzo hasta las 2 de la madrugada.
