Mikaela se impuso a Jana. La enésima borrasca de la estación invernal no pudo con el tremendo poder de convocatoria de la Mikaela de Buño.
Miles de jóvenes llegados desde distintos puntos de Galicia, muchos de ellos en autobús, volvieron a tomar la localidad alfarera para participar en una de las fiestas de despedida del Entroido más singulares de la comunidad autónoma.
El goteo de pandillas, con sus miembros luciendo trabajados e ingeniosos disfraces, empezó a notarse desde media mañana, toda vez que para calentar motores había dispuesta una sesión vermú “senfín”.
Tras el “xantar” empezó la masiva procesión por el pueblo acompañando a la gran protagonista, la Mikaela.
La comitiva salió alrededor de las 4 de la tarde desde las inmediaciones del restaurante Canta la Rana.
Encabezaba la misma la popular muñeca a bordo de un pequeño tractor y rodeada de cientos y cientos de incondicionales. Detrás iba un autobús con la animación musical y transformado en una improvisada pista de baile.
El recorrido por la localidad alfarera prosiguió durante toda la tarde con la fiesta trasladándose a distintas partes del pueblo hasta que a la medianoche se procedió a la quema de la Mikaela en el centro de Buño.
Antes, el cantante Lito de la Orquesta Panorama y el padre Roy oficiaron la tradicional misa cantada de despedida del Carnaval.
Dj’s y macro discotecas móviles se encargaron de que la celebración no decayese ni de día ni de noche.
Pasada las 22 horas y en un espacio bajo carpa instalado en la zona de A Camposa, se dio paso al esperado festival musical que tenía como principal aliciente ver en acción al Kiko Rivera, el hijo de Isabel Pantoja.