El exitoso homenaje popular organizado con motivo del 90 aniversario del párroco Manuel Mallo se desarrolló en la polideportiva municipal del IES Agra de Leborís de A Laracha. Entre los más de 300 asistentes figuraban los alcaldes de A Laracha y Arteixo, José Manuel López Varela y Carlos Calvelo, respectivamente.
El programa arrancó con una misa de campaña que se encargó de oficiar el propio homenajeado, acompañado por el párroco de A Laracha, Manuel Boullón, y por el diácono Agustín Mosquera.
Boullón glosó la labor pastoral y calidad humana de Manuel Mallo, con el que coincidió en Abegondo en los primeros años de la década de 1960. “Era bajito en estatura pero muy alto en valores”, dijo, a la vez que destacó su compromiso con el desarrollo y el progreso de las parroquias de las que se ocupó, aludiendo a sus desvelos para lograr mejores servicios y a las múltiples gestiones que realizó para conseguir prestaciones sociales para feligreses necesitados.
Al acto religioso siguió una comida concertada a base de pulpo á feira, churrasco, postre y bebida. En la sobremesa no faltó la música de la que se encargaron Melchor do Niño y Carlos Manteiga.
El clérigo de Soandres nació en Erboedo hace nueve décadas y se ordenó en el sacerdocio en 1960. Su primer destino apostolar fueron varias parroquias del municipio coruñés de Abegondo durante 20 años, hasta que en 1979 se hizo cargo de Soandres, municipio de A Laracha, en donde lleva 44 años ejerciendo y en donde desde hace años también se encarga de las parroquias de Erboedo y Coiro.
El curriculum de este religioso se completa con su faceta de profesor de enseñanzas medias en Arteixo y hasta hace unos días fue miembro de la delegación de economía del Arzobispado, en la que entró en 1985.
En la fiesta de este miércoles se apreciaba una nutrida representación del purpurado de la comarca, aparte de vecinos de las parroquias que dirige espiritualmente, amigos y allegados de localidades de Bergantiños y As Mariñas.
El sacerdote se mostró muy emocionado a la vez que agradecido por la amplia respuesta social. Manuel Mallo siempre destacó por su amplia vocación de servicio a la comunidad, la conservación de los templos y los servicios de cada feligresía, de manera especial el monasterio benedictino de Soandres,
Él clérigo es de esas personas que suele decir “eu non necesito nada”, pero ayer el calor de los vecinos y amigos le reconfortó.
En los postres la comisión organizadora le hizo entrega de distintos obsequios y uno de los que más ilusión le hizo fue una postal de cumpleaños con una foto en la que se le ve subido a una moto a principios de los años 60, poco después de ser ordenado sacerdote.