El comité de empresa de Celsa Atlantic Laracha, ubicada en el polígono de Lendo, ha iniciado una ronda de reuniones para buscar el respaldo institucional necesario para garantizar la continuidad de la actividad industrial en la factoría larachesa y de los proyectos pendientes. Todo ello después de que el Juzgado Mercantil número 2 de Barcelona homologase la reestructuración presentada por los fondos acreedores, perdiendo así la familia Rubiralta el control del Grupo Celsa. 

En el marco de estos encuentros, el comité fue recibido este viernes por el alcalde de Carballo, Evencio Ferrero, y el concejal de Participación Veciñal y diputado en el Parlamento gallego, Daniel Pérez. Ambos políticos expresaron su apoyo a los trabajadores de Celsa Atlantic, si bien la solución a la situación creada tras la sentencia judicial no está en manos de la administración local, sino de la Xunta.  

El comité trasladó a los representantes municipales carballeses su preocupación “debido a que el plan de reestructuración presentado por los acreedores no aborda un plan industrial para la planta de A Laracha, por lo que queda la duda de si los nuevos propietarios van a seguir con el proyecto de cerrar el ciclo productivo en nuestra factoría”. Los trabajadores son conscientes de que el modo de operar de los fondos de inversión suele terminar en la venta de activos a medio plazo, por lo que, ante esta incertidumbre, consideran que es más importante que nunca “seguir apostando por el proyecto actual de instalar una acería en A Laracha”, para evitar la dependencia de terceros para poder seguir operando, ya que la materia prima que se transforma en la factoría procede actualmente de una planta del grupo en Francia. También destacan la importancia de lograr la incorporación de un socio industrial interesado en garantizar la continuidad de la actividad y el empleo en la factoría larachesa. 

Evencio Ferrero y Daniel Pérez mostraron su preocupación por la posible pérdida de puestos de trabajo, muchos de ellos ocupados por vecinos de Carballo, pero también por la influencia negativa en el dinamismo del eje industrial Arteixo-A Laracha-Carballo, vinculado al puerto exterior de Punta Langosteira.