Centros veterinarios de la Costa da Morte se suman al paro simbólico convocado en todo el país para el 11 de febrero a las 11.00 horas en protesta por la entrada en vigor del Real Decreto 666/2023, por el que se regula la distribución, prescripción, dispensación y uso de medicamentos veterinarios. Es una ley que “lejos de mejorar el sistema, limita drásticamente nuestra capacidad para ejercer una medicina veterinaria de calidad”, apuntan desde el colectivo, que exige reformas urgentes que garanticen la calidad del servicio y el bienestar de los animales. El colectivo reclama libertad de criterio clínico, acceso a los tratamientos farmacológicos, un IVA superreducido para los servicios veterinarios y protestan contra el exceso de burocracia y las sanciones abusivas.
Clínicas como Adrisa en Cee, Vimianzo y Laxe, así como Bosco en Ribeira, anunciaron a su clientela que se suman al paro con un cierre parcial de la actividad.
"O que está en xogo non é só a nosa capacidade de exercer a profesión veterinaria de maneira ética e profesional, senón tamén a saúde e o benestar dos vosos animais. Cada día traballamos para ofrecerlles a mellor atención posible, pero estas normativas están atándonos as mans e impoñéndonos barreiras insalvables. Ademais, esta situación incrementa os custos dos tratamentos e dificulta o acceso a eles, especialmente nas zonas rurais", apuntan desde el colectivo de la Costa da Morte.
“Si bien el objetivo principal de la norma es razonable”, dado que busca “reducir la utilización de antibióticos y, con ello, eliminar la resistencia a los mismos”, su aplicación real “sitúa a los profesionales en una situación delicada, que afecta tanto a la salud de los pacientes como a la salud mental de los propios veterinarios, sometidos a mayores niveles de estrés y presión en su día a día”, precisan desde el Colegio de Veterinarios de Lugo, en referencia a un paro que será nacional.