Otro de los objetivos importantes de la fiesta es el de contribuir a la dinamización de la economía local y sugerir nuevas oportunidades de negocio a sus emprendedores.
Firmas como La huerta de Nody, Verxel Galego, Patacas Gelines, Patatas Ramón Ángel Pose, Francisco Javier Veiga y Panadería Roiser se vieron favorecidas por la riada de personas que pasaron durante los dos días por la Avenida de Erbecedo, en donde estaban colocados sus stand.
El tubérculo de mayor tamaño se vendía a 2 euros el kilo, mientras que el kilo de las medianas y pequeñas costaba 1,60.
En el puesto de Roiser se agotó el “pan de pataca”, que se vendía a 2 euros, y hubo que reponer en varias ocasiones las empanadas de patatas con bacalao o atún.
A la promoción de la gastronomía local también contribuyó CIFF Paseo das Pontes con la elaboración de una amplia variedad de pinchos en los que la base era la patata y que se vendían a 2 euros. Ayer la carpa se quedó pequeña para atender a los comensales.