Nada mejor para desayunar el día de Pascua que con un buen trozo de bollo de pan de huevo, que todavía puede degustarse en los días siguientes. Por eso, la labor que realizan las panaderías y confiterías de la comarca en estas fechas es titánica, tanto para atender los múltiples pedidos como para tener mercancía disponible para los más rezagados. Y con sabores para todos los gustos.