Muchos mayores viven solos, ya sea porque se han quedado viudos y ya no tienen con quien compartir conversaciones, risas o un paseo, o porque las circunstancias de la vida les han llevado a esa situación. Toda iniciativa social destinada a combatir ese aislamiento es bienvenida, como el programa que acaba de presentar Coristanco y que implica a jóvenes voluntarios para ayudar.